¡Póngame una luz aquí! Voy a trabajar.
Estoy triste. Muere todo. Pónganme una luz aquí.
Traigo todas mis cuartillas, notas, plumas, tinta azul;
me dispongo a trabajar. Está por aquí algo oscuro.
Pónganme una luz aquí.
Está nublado, llovizna, y la casa está algo lúgubre
mas la siento confortable. Pónganme una luz aquí
y cenicero, un cigarro, además de la caricia
de un té suave y dulzón. Vengo, vengo a trabajar.
No estoy vacío, reviento
de cosas que aún no he contado
y viene la muerte pronto.
¡Pongan luz! La mía es poca
para iluminar la mesa
donde quiero trabajar.
¿Dónde se metieron ellos,
los camareros sombríos?
Los busco entre el aguardiente
de las botellas vacías.
Hidrocéfalos como eran
se han puesto un poco amarillos.
Con la chaquetilla blanca, están reposando muertos
y no hay luz y no hay tintero y no hay cuartillas, no hay notas
y está vacía, vacía
la silla en que estoy sentado
y la casa está más lúgubre
de lo que me parecía.
Mañana trabajaré.
(3 febrero 1969)
Alfonso Sastre. Obra lírica y doméstica. Poemas completos. Hiru, 2004.
Imagen: Semión Agroskin
Que la tierra te sea leve, maestro.
ResponderEliminarAsí sea. Salud!
Eliminar"...y está vacía, vacía
ResponderEliminarla silla en que estoy sentado..."
Quien no haya sentido eso, no ha llegado al fondo tremendo de la soledad.
Salud!
"España es infernal yo estoy soñando?, decía también en otro poema. La soledad, una vida digna en una sociedad infernal. Salud!
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