Le pregunto al árbol gigante
que qué tal está. Me fijo
en él porque le he visto
a lo lejos hablando con
otros árboles y me ha invitado
a acercarme. He
llegado y me ha preguntado
que qué pasa, que qué quiero.
Le he dicho que nada, que
no sé, que quiero escribir
una poesía. Y el árbol me
ha dicho con voz activa y clara:
“Pues habla”
Juan Gabriel Jiménez Cebrián. Naturalezas vivas. Crecida, 2016.
Imagen: Hengki Koentjoro
En la senda telúrica, la nana natural.
ResponderEliminarQué hermoso poema.
Gracias, Conrado. Salud!
Pues no callemos, sigamos hablando, que nos diría el árbol gigante. Gracias a ti, como siempre. Salud!
EliminarEn la senda telúrica, la nana natural.
ResponderEliminarQué hermoso poema.
Gracias, Conrado. Salud!