martes, 2 de noviembre de 2021

[El don de la insignificancia]


 

El don de la insignificancia

de la que quise salir llenándome de adornos

de cosas que me señalaran, me titularan, me validaran

como merecedora de ser tenida en cuenta

por los tasadores de mercancía a la venta

en los atrios y en las plazas de poder,

hasta que comprendí que ya llevaba conmigo el aval

y me puse en la fila de los humanos

que intentan ser merecedores de ese nombre.

 

 

Begoña Abad. Los dones. Poemario de 35 dones. Las hojas del baobab, 40, 2020.

Imagen: Andréi Remnev

2 comentarios:

  1. O como dijo Diógenes contemplando un surtido mercado: ¡Cuántas cosas que no necesito!

    Salud!

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    1. El sabio de Diógenes, no en vano fue también falsificador de monedas. Salud, Loam!

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