miércoles, 17 de noviembre de 2021

Lago Ohrid


 

Vinieron los bárbaros al omfalos del mundo,

aunque el mundo tiene muchos omfalos.

 

Tomaron posesión de las aguas arrugadas

y erigieron la profecía de sí mismos que querían oír.

 

Pusieron fronteras en el agua, como si el agua

pudiese ser dividida. El lago permaneció inasible.

 

El sol como un ojo ebrio bailó sobre sus ondas,

delante de los bárbaros y su omfalos del mundo.

 

Hubo entonces una blancura más blanca que el blanco.

Y todos los árboles de la orilla miraron esa luz.

 

 

Homero Aridjis. Los poemas solares, 2005. En El consumo de lo que somos. Muestra de poesía ecológica hispánica contemporánea. (Ed. Steven F. White). Amargord, 2014.

Imagen: Hengki Koentjoro

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