lunes, 29 de agosto de 2022

A BOCADOS


 

A bocados, la muerte nos susurra al oído.

En el sueño interrumpido

por la ola de calor y los ruidos de la calle.

 

En la agitación

o el pálpito

de la inquietud que provoca

la lejanía del instinto.

 

En la incomprensión,

la rabia y la frustración

de las primeras noticias.

 

A bocados, arrancamos trozos a la vida.

 

En las miradas cómplices

o el infraleve pulso al apretar,

algo más fuerte que lo normal,

tu mano con la mía.

 

En la voz al otro lado

del auricular del teléfono,

a pesar de las interferencias.

 

A bocados, la muerte

se empeña en estar presente.

 

En el bullicio sollozante de la sala de espera.

En el silencio de los rostros cansados.

En las tribulaciones internas

de quienes mastican despacio,

y hacia dentro,

sus vaticinios personales.

En las mentiras piadosas.

 

La rabia, los colmillos,

las fauces con ansia de vida.

 

La serenidad,

la huella tranquila

de la asunción de lo inesperado.

 

El desconsuelo,

que siempre será

desconsuelo.

 

Las letras, los códigos binarios, los planes de futuro.

Los compromisos, el éxito, los sueños,

capa a capa,

arrojados al suelo,

como el camisón.

 

Revueltos,

y en la noche,

henchidos de pasión y esencia,

arrancándonos la muerte.

Aquí y ahora. A bocados.

 

 

Elena Pedrosa. En Voces del Extremo. Poesía y alegría. La Vorágine, 2022.

Imagen: Daidō Moriyama

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