lunes, 1 de agosto de 2022

POEMA DEL LEJANO


 

El que desterrado por la pobreza

vive sin corazón en lo lejano,

y a nada atiende como suyo

y es lóbrego y cansado bajo el cielo.

El que sale vencido de su casa

y lo arrastra la gente en su murmullo

y transcurre vacío por la calle

y se sienta delante  de una máquina.

El doloroso de razón frente a la vida

que muere en la esperanza y no regresa.

A este que nadie ha despedido

y toma el tren un día hacia la aurora.

Nadie lo sabrá, su historia es triste

como un mar que nadie ha descubierto.

No ha querido mirar la primavera,

trabaja por volver, brotar un día

como el árbol florecido que en su huerto

daba sombra y destino a la mañana.

Pensaréis que el cielo habrá de perdonarlo,

pensaréis que el amor,

ciudad y pájaros y torres

sonará de nuevo campanas en sus ojos.

Pero él, que perdido en lo lejano

fue escombro de alameda, ha muerto.

No lo lloréis,

junto a aquel leño oscuro

brotaba un manantial honrado.

 

 

Juan Carlos Mestre. Antífona del otoño en el Valle del Bierzo. Calambur, 2008.

Imagen: Semyon Agroskin

2 comentarios:

  1. No hay mirada en quien dobla la chaqueta
    y, después de colocarla sobre los zapatos,
    avanza hacia el río (...)

    Olvido García Valdés

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    1. Tremendo, Chiloé. O es una mirada tan profunda que ni siquiera la comprendemos como mirada. Salud!

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