¡Qué honestos los periodistas
de los medios más solventes!
Blasonan de independientes,
neutrales, fieles cronistas
y exclusivos avalistas
de la información veraz,
mas debajo del disfraz
sigue el dueño de la imprenta
incrementando su renta
con propaganda falaz.
Abdías Gandul. Décimas pésimas. El Alipende, 2010.
Imagen: Henri Cartier-Bresson
Cuando el periodismo sirve para silenciar gritos de socorro es que no es periodismo, es veneno.
ResponderEliminar"Dame veneno, que quiero morir", parece cantar alegremente el público general, un equivalente a aquel "vivan las caenas" de infausto recuerdo. Salud, Chiloé!
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