El capitalismo,
tratando de esconder sus vergüenzas.
Consciente (en tanto; alevoso)
de su propia prepotencia.
Sacando una bolsa de basura
que parece contener un cadáver,
a altas horas de la noche,
arrastrando su peso social
por la trasera del porche.
Abrir un dulce agujerito en el jardín
(Merci, cher policier)
y enterrar allí los restos,
para luego brindar con champán
escuchando la Marsellesa
en el viejo gramófono del privilegio.
El capitalismo está debilitado,
enfermo hasta lo moribundo,
pero antes de caer
en sueño profundo para siempre
nos va a llevar por delante.
Y ya sabéis su lema:
Cuantos más, mejor.
Un cadáver en el jardín.
La élite aplastando al humilde.
Los privilegios de los señores del mundo
por encima de los derechos del resto,
los mortales sucios, malolientes,
ruidosos, molestos, haraganes...
El poder, presuroso ante el incendio,
ocupado en saquear los bienes más valiosos
antes del desplome ecológico.
El decreto real
aplastando la libertad,
la igualdad
y la puta y dichosa fraternidad.
La podredumbre infectando la tierra.
Los demonios reinando en el claro del bosque.
O, también podría llamarse
Macrón, escondiendo su hermoso reloj.
Cristian Esteban Martín
Imagen: Ian Langsdon. París, 2023.
"Agárrate a las nubes que no tienen fecha de nacimiento, ellas esconden la lluvia, la risa, la tormenta, el animal que salva el agua en la vigilia de la luna; la luna que cae, rota en los charquitos de la memoria. Arrímate a la fiesta de la palabra que el verso es otro parto de la luz."
ResponderEliminarJulio César Sánchez Guerra
Salud!
Luminosas palabras, Loam. Gracias por la indicación, no conocía al autor. Seguiré la pista. Salud!
EliminarQué bonito saber que cuento con vosotros. Mucha salud y mucha libertad. (Cristian Esteban)
ResponderEliminarGracias a los y las poetas como tú, Cristian, que nos andan iluminando el camino. Salud!
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