Ni aguantar ni escapar
ni el luto ni la fiesta
ni designio ni azar
ni el llano ni la cuesta.
Ni puro ni perverso
ni denso ni vacío
ni en uno mismo inmerso
ni extroverso
ni abrasador ni frío.
Ni de ida ni de vuelta
ni al margen ni en el ajo
ni pasión ni desdén.
Vacilación resuelta:
con el suelo debajo
por entre el mal y el bien.
Ni cubierta la faz
ni mirando al abismo
ni a mandobles ni en paz
que viene a ser lo mismo.
Ni falta de criterio
ni sobra de juicio
ni en carnaval tan serio
ni el dicterio
tan sacado de quicio.
Ni súbdito ni rey
ni a cualquier viento hoja
ni el paso altivo y fuerte.
Por donde pisa el buey,
pero en la cuerda floja,
mientras llega la muerte.
Carmen Martín Gaite. A rachas. Poesía reunida. Edición de José Teruel. La Bella Varsovia, 2023.
Imagen: Stephen Dixon
Ni aceptar, ni escapar. Asumir de frente lo que hay. Ser hoja digna que sabe bailar el viento que la sopla. Ser, al mismo tiempo, ese viento. Ser funánbulo bello que bellamente, mirada firme y clara, atraviesa el abismo de la representación y canta ...
ResponderEliminarAbajo, dejar al buey en el establo con su linda vaca rumiando palabrería estanca.
Eso es, Joan. No aceptar nunca los marcos de pensamiento o acción prefabricados, cuadriculados y tramposos que se nos imponen: ser hoja y viento a la vez, el pez y el agua. Salud!
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