martes, 31 de enero de 2017

¡basura!



¡basura!

nos gritáis

y tiene gracia

porque precisamente

de la basura estamos ahogados

enfermos hartos

de producir reciclar amontonar clasificar conducir

comprar y vender…


…con vuestra basura andamos

vamos y venimos

captados contratados

subvencionados y planificados

embasurados

para que nunca dejéis de brillar

en vuestros magníficos bicheros

como catedrales.




Belin Castro. Entreabiertas Puertas: 3. a. c. V U B, 1999.

Imagen: Roger Ballen. Scavenging, 2004.

Copla


Si llueve, que está lloviendo,
si hace sol, porque hace sol.
Yo antes nunca me quejaba
y ahora duermo en un jergón.



Conrado Santamaría. De vivos es nuestro juego. Ruleta Rusa, 2015.
 
Imagne: Géza Kukan. Hombre con una gorra.

domingo, 29 de enero de 2017

POEMA INADECUADO



Nos han partido el alma a borbotones

nos han dejado a la puerta del infierno


mirándonos el llanto

que el duro sol corroe con su hocico de ciervo.


Los eremitas remiten su condolencia

entre salivares carcajadas

de carbón ensangrentado.


El antiguo sacerdote sacraliza el ojal de la injuria.




José Luis Rodríguez. Tan sólo infiernos sobre la hierba. Provincia, 1981.

Imagen: Roger Ballen. Concealed, 2003.

sábado, 28 de enero de 2017

[NO DEJÉIS MORIR]



NO DEJÉIS MORIR a los viejos profetas pues alzaron su voz contra la usura que ciega nuestros ojos con óxidos oscuros, la voz que viene del desierto, el animal desnudo que sale de las aguas para fundar un reino de inocencia, la ira que despliega el mundo en alas, el pájaro abrasado de los apocalipsis, las antiguas palabras, las ciudades perdidas, el despertar del sol como dádiva cierta en la mano del hombre.



José Ángel Valente. No amanece el cantor. Tusquets, 1992.

jueves, 26 de enero de 2017

Infalibles, inmóviles, parlantes



Cien veces estuvieron a un paso

de persuadirme en su miseria.

Quédate –susurraban–, si delinques

te aplastará la soledad;

cuando tu juventud sea consumida

sólo tendrás las esquinas del mundo

y la noche con ratas y pobreza;

mas si te quedas serás agasajado

y nadie sufrirá por tu causa.

Quédate aquí. La ley cobija.


(Hablan bien estos miserables.)


Por entre la infección de sus salivas

cien veces mi vida y mi fiebre

y mi corazón emergieron

comiendo pan de rabia y de orgullo

y pronunciando un no espantoso.


Tal vez sea inmortal.





Félix Grande. Las rubáiyátas de Horacio Martín. Lumen, 1978.

Imagen: Roger Ballen. Selma Blair and Rat, 2005.

martes, 24 de enero de 2017

Suavemente corren los cerrojos bien engrasados



                                                                                                       A Marcos Ana


¡Y que haya tanto espacio abierto, tanto

aire libre,

tantas ganas de luz, y sin embargo,

con qué primor, con cuánta

delicadeza, sí,

arrodillados,

vamos limpiando,

engrasando,

abrillantando,

nuestros cerrojos!


Y entre estos muros ciegos,

con la bayeta al hombro, el uniforme

cada vez más lustroso

y un rumor de cadenas a la espalda,

nos creemos a salvo y

buenos días

buenas tardes compadre hoy hace frío

qué tal van los barrotes? se ha apretado

bien fuerte esta mañana

la mordaza? otra bomba

en oriente otro naufragio

ya usted bien sabe

que como en este calabozo

en ningún sitio


Y es tan amplio y vistoso nuestro patio

por donde damos vueltas

y vueltas

a la sombra

en torno a escaparates,

con la bayeta al hombro,

que olvidamos que existen otras celdas

inhumanas, más crudas de castigo,

de cuyo desamparo surgen voces

más heridas sin duda, pero menos,

mucho menos cautivas,

muchos menos dañadas,

que siguen preguntando a cada instante

cómo es un árbol.


 Y nosotros, nosotros,

sin respuesta,

en medio de la calle, entre barrotes,

con la bayeta al hombro, el uniforme

cada vez más lustroso, los cerrojos

bien engrasados,

suavemente cerrando el horizonte.




Conrado Santamaría