Jugos del cielo mojan la
madrugada de la ciudad violenta.
Ella espera por nosotros.
Somos los que encendimos el
amor para que dure,
para que sobreviva a toda
soledad.
Hemos quemado el miedo,
hemos mirado frente a frente al dolor
antes de merecer esta
esperanza.
Hemos abierto las ventanas
para darle mil rostros.
Juan Gelman. Velorio del solo, 1961. En Otromundo. Antología 1956 – 2007. FCE, 2008.
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