Quiere sentirse el tirano
tan seguro
que ha construido una fortificación
a imagen y semejanza
de su crueldad.
Ignora el opresor
que el día que conquistemos las llaves,
será el fortín
una cárcel perfecta
para su tiranía.
Eladio Méndez. La memoria
encendida. Amargord, 2017.
Imagen: Pawel Kuczynski
La manera más sutil de esclavizar a alguien es darle una llave (léase, si se prefiere, una propiedad). Me abruma la sola visión de quien, junto al funesto móvil, deposita sobre la mesa un nutrido y pesado manojo de llaves.
ResponderEliminarSalud!
A mí lo que me abruma, Loam, es la agudeza y la pericia de tus comentarios. Me has dado la vuelta al poema. Pero tienes razón, la cosa no es dar la vuelta a la tortilla, sino inventar otro concepto de tortilla. Salud! Ah, y comparto el horror ante el pesado manojo de llaves, con el móvíl o sin él.
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