lunes, 11 de abril de 2022

[Hoy vamos a hablar claro tú y yo,]


 

Hoy vamos a hablar claro tú y yo,

aquí, bajo los plátanos del parque

solitario a esta hora húmeda,

con el olor a churros

que viene de las cafeterías recién abiertas.

Vamos a hablar sin lírica ni palabras torcidas

–dejemos eso para los poetas–.

Vamos a hablar tú y yo

de lo que se nos viene encima

con falsa mansedumbre,

de que no has hecho nada

para que esto suceda

y que ahora sientes miedo al futuro.

No temas,

porque en el futuro solo está segura la muerte

y el resto está por hacer…

pero no te dejes llevar adormecido

por esa certeza,

que la vida está en el paso siguiente

y en el que viene después.

Tú, que solo has visto el horror

en los telediarios o en tu cuenta

de facebook…

Imágenes flashback

salpicadas de chistes o mujeres desnudas,

o en los mensajes whatsapp

mezclados con esa nota urgente,

innecesaria, para quedar

en algún bar de copas

a las nueve…

 

Tú, te digo, contienes el espíritu de mayo,

el entusiasmo entero,

el necesario,

para que el muro viejo

se derrumbe piedra a piedra

bajo tus pies sin estrenar.

Enfoca las pasiones estúpidas

de lo que te rodea:

La fiebre ultracatólica

y su sesgo preñado de consumo,

la individualidad del mío, mío, mío;

el absurdo neutral

de quien contemporiza

y muere simplemente

como mueren las cosas olvidadas,

y a los nuevos piadosos

del dinero…

Enfoca tu concepto

de vida y convivencia…

define cómo es la libertad,

en qué radica que la igualdad

penetre en los barrios obreros,

en las justas afueras

donde cuatro cartones

son la morada incierta

de los desheredados.

 

Prepárate con fuerza

para contestar duro

sabiendo que en tu idioma

manejas lo eficaz,

que las palabras justas

y precisas

son valor en tu boca…,

un valor imponente,

capaz,

interactivo.

Dale otra utilidad a las campanas

de las torres,

haz que sean alerta

y ya nunca más salmos

para dormir de fe

a la gente simple.

Tú y yo quizás no lo veamos,

pero ser el principio

de lo que ha de venir,

ser la idea que emerge

es nuestro justo ahora…

 

Vendrán días amargos

en los que ni siquiera

el aire necesario

llegue hasta tus pulmones,

vendrán risas ajenas

para intentar rendirte,

sarcasmos liberales

que te golpearán duro

donde a ti más te duele…,

pero estarás seguro

de lo que estás haciendo

y seguirás al frente

de cada paso nuevo.

Nada va a sernos fácil,

pero saber que al fondo

está la luz que templa

ha de darnos la fuerza

precisa y consistente…

 

Se ha levantado el viento

que presume aguacero.

Crecen cumulonimbos

en este cielo azul

tan mar en estas tierras.

Pasan apresurados

algunos transeúntes

como ciegos perfectos

con su camino hecho

de campanas pequeñas.

Al norte del noroeste

un animal se pudre

y en un mar inconcreto,

en un acantilado,

alguien piensa en la muerte

mientras miro asombrado

cómo rompen las olas.

 

 

Luis Felipe Comendador. Como regar el agua. Garvm, 2022.

Imagen: Robert & Shana ParkeHarrison

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