martes, 8 de abril de 2025

PARAÍSO PERDIDO


 

A través de los siglos,

por la nada del mundo,

yo, sin sueño, buscándote.

 

Tras de mí, imperceptible,

sin rozarme los hombros,

mi ángel muerto, vigía.

 

¿Adónde el Paraíso,

sombra, tú que has estado?

Pregunta con silencio.

 

Ciudades sin respuesta,

ríos sin habla, cumbres

sin ecos, mares mudos.

 

Nadie lo sabe. Hombres

fijos, de pie, a la orilla

parada de las tumbas,

 

me ignoran. Aves Tristes,

cantos petrificados,

en éxtasis el rumbo,

 

ciegas. No saben nada.

Sin sol, vientos antiguos,

inertes, en las leguas

 

por andar, levantándose

calcinados, cayéndose

de espaldas, poco dicen.

 

Diluidos, sin forma,

la verdad que en sí ocultan,

huyen de mí los cielos.

 

Ya en el fin de la Tierra,

sobre el último filo,

resbalando los ojos,

 

muerta en mí la esperanza,

ese pórtico verde

busco en las negras simas.

 

¡Oh boquete de sombras!

¡Hervidero del mundo!

¡Qué confusión de siglos!

 

¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto

de tinieblas sin voces!

¡Qué perdida mi alma!

 

—Ángel muerto, despierta.

¿Dónde estás? Ilumina

con tu rayo el retorno.

 

Silencio. Más silencio.

Inmóviles los pulsos

del sinfín de la noche.

 

¡Paraíso perdido!

Perdido por buscarte,

yo, sin luz para siempre.

 

 

Rafael Alberti. Sobre los ángeles, 1929. En Sobre los ángeles / Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos. Edición: C. Brian Morris. Cátedra, 2002.

Imagen: Giorgio de Chirico. Il grande metafisico, 1917.

No hay comentarios:

Publicar un comentario