¡Viva la acción! Su fuerza es tan potente
y su poder tan mágico y certero,
que hasta eclipsa al gigante del dinero,
tenido con razón por prepotente.
Ella hace conmover al Continente
con su influjo sublime y verdadero;
espanta al opresor, y es lo primero
que transforma al esclavo en ser consciente.
Ella es el grande y deslumbrante faro
que infunde aliento al pobre caminante;
hace que pague el déspota bien caro
todo el mal que causara, en un instante,
y es la sombra constante del avaro,
que jamás se le quite de delante.
Fermín Salvochea. Tierra y Libertad, 15 – 2 – 1902. En 65 Salvocheas. Quorum Editores, Cádiz, 2011.
Imagen: Camille Pissarro. Insurrección urbana en París, 1870.
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