No dejes que te pongan una moneda en la mano,
Tírala al suelo y roba un libro,
Lee pensando bajo la sombra de los árboles
Y sé lo que eres no lo que quieren que seas.
Recuerda que todos los imperios han caído,
Tú eres todo un sistema solar que nada en los pantanos,
No duermas aún, no te hace falta,
Queda tanto amor por compartir,
Tantas rosas vivas como tu misma vida.
Nunca te creas lo que te dicen,
La mentira es sólo una cuestión política,
Ejercita tus manos, tu aliento, tu voz, todo lo que es
tuyo
Y no esperes a que te boten un barco al cual subirte.
La vida es más sublime de lo que tú mismo piensas,
Ahí fuera te espera la belleza, la naturaleza, el amor
hacia todas las cosas,
Escribe siempre para no pactar con las palabras,
Pues el lenguaje ha sido impuesto.
Y tú formas parte ya de otro lenguaje.
Adivina para siempre lo que quieres hacer con este mundo
Y prepara tu ropa para andar todos los caminos.
No cambies nunca tu obsesión por la lluvia,
Han de caer años y siglos para que el tiempo
Sea de nuevo el tiempo y no la máscara de los teatros.
Rebélate, no esperes más,
Sólo te tienes a ti mismo para corregir todos los
pueblos.
Ha llegado tu hora. Hay que partir.
Mañana el libro que robaste
Será leído por todos los océanos.
Vive el presente y teje tu conciencia.
Recuerda que tú sólo significas
La inmensa vocación de ser el mundo.
Amigo mío, escucha estas palabras
Y ámate.
Todo es posible si dejas de pensar en la muerte.
Emilio Arnao. En Contra.
Poesía ante la represión. Coordinadora Anti Represión de Murcia, 2016.
Imagen: Protectores contra la nieve. Montreal, 1939.