Olió
las maderas que desprenden la tristeza: olor a economato, almacenaje y reparto
del aceite a granel, jabón grueso, bacalao;
volvía al mundo de los
ferroviarios, los maleteros bebidos, el aguardiente en el furgón de cola, las
madrugadas de la carbonilla;
todo aquello le alcanzó al
pasar por cierta calle;
Ildefonso Rodríguez. Coplas
del amo. Icaria, 1997.
Imagen: He Gong. The
Prussian Sealed Train, 2018.
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