Los rastros de fango que dejan
-cuando ha llovido o llueve-
los neumáticos de los camiones
sobre el piso del taller
lo más cerca que estoy
-algunas veces y oscuro-
de la naturaleza.
Antonio Rigo. Poemas del polígono industrial. En Masticando adelfa. La Baragaña, 2012.
Imagen: Antoine d'Agata
Tremendo. No hay "subida salarial" que pueda compensar tal condena. A ver si trabajadores y sindicatos se enteran de una puñetera vez.
ResponderEliminarSalud!
Hay que abandonar la "superstición del salario", efectivamente, Loam.Reparto del trabajo, de la riqueza y del gozo de vivir. Salud!
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