sábado, 4 de diciembre de 2021

Diciembre


 

Súbdito de tus grandes venas de asfalto

súbdito de injurias secretas de injurias

no anunciadas ni por la voz hundida que me queda

sojuzgado como un animal polvoriento

el corazón vigilado por un hosco gendarme bajo la lluvia

perdido –eso es– perdido entre tus baratijas

entre tus vencedores utensilios

tus slogans que imprecan contra la derrota

pero que no calman mi hambre

mi hambre –anodina quizás– de hombre pobre

mi hambre de dientes y barriga y frío

y de llanto cordial cuando lo que se necesita es una piedra.

 

Así camino en estos días de ciega cerradura

mordisqueando el frío que no alivian los mitos

ni la solemnidad de la niebla:

mis huesos en el Parque España

admiten comparaciones con la soledad

el abandono es mi propia casa

y lo que necesita –no lo olvido– es una piedra.

 

Hasta el rango del último cobre

me niega la aptitud de pastor severo

para qué engañarse –dicen– con las excusas de albos sueños

para qué preparar el amanecer desde ahora

en que ya tenemos bastante con temblar.

 

Así camino México el último de tus heridos soy

el último de los que se amontonan sobre tus alcantarillas

buscando un vientre cálido para no ver pasar la rabia.

 

Y lo que se necesita es una piedra.

 

 

Roque Dalton. Los testimonios. Baile del Sol, 2008.

Imagen: Don McCullin

4 comentarios:

  1. "Quiero, madre, quiero,
    nunca me das nada,
    quiero, quiero, quiero,
    quiero una granada,
    que abrase los tanques
    que todo lo abrasan."
    (Conrado Santamaría)

    Salud!

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    1. También a mí se me vino a la cabeza este poema, Loam. Salud y gracias!

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  2. Enormes los dos poemas.
    Gracias, Conrado y Loam.
    Salud!

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