La ciudad amanece dormida,
no hay bosques en las calles,
ni sangre en el asfalto,
las máquinas metálicas,
con bestiales rugidos
desdibujan el silencio nocturno
y enturbian la quietud de las pestañas
de zombis caminando a toque de semáforo.
Es un día cualquiera,
pudiera ser un lunes,
porque el parque vacío,
aún tiene en su regazo los juegos de los niños,
montones de colillas,
y el sello inconfundible que dejan los amantes,
en un río de besos, de caricias y sexo.
Montse Grao. En Voces del Extremo. Poesía y economía. Coord.: Ángela Orihuela Martín. Amargord, 2021.
Imagen: James McNaught
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