Buena observación, Chiloé. El poema nos habla de abandonar esta racionalidad que nos ha conducido a este despropósito y de lo fácil (y difícil) que nos resultaría hacerlo. De todas formas, el ser juez y parte al mismo tiempo, contra lo que las Directrices de este Orden nos previenen constantemente, pertenece también a esta racionalidad aciaga de términos excluyentes. Eso por un lado, y por el otro, cae también dentro de esos universales tan hermosos como derechos humanos, libertad, etc., en los que nos obligan a creer y que los de arriba nunca cumplen, sirviendo solo para tenernos más sujetos. Salud!
¿Que bastaba con ser jueces y parte...? ¿Pero eso no venimos haciéndolo ya desde tiempo inmemorial?
ResponderEliminarChiloé
Buena observación, Chiloé. El poema nos habla de abandonar esta racionalidad que nos ha conducido a este despropósito y de lo fácil (y difícil) que nos resultaría hacerlo. De todas formas, el ser juez y parte al mismo tiempo, contra lo que las Directrices de este Orden nos previenen constantemente, pertenece también a esta racionalidad aciaga de términos excluyentes. Eso por un lado, y por el otro, cae también dentro de esos universales tan hermosos como derechos humanos, libertad, etc., en los que nos obligan a creer y que los de arriba nunca cumplen, sirviendo solo para tenernos más sujetos. Salud!
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