No puedo no ver
la altura del engaño
con su máscara íntegra,
con sus zancos soberbios
y su música alegre,
en pasacalles,
interpretando la ocasión del mundo.
No puedo no ver
la anchura de su sombra
con su espesor de ruina y su
progreso
de abismo,
que todo lo oscurece y asimila
a la negra verdad de la caverna.
No puedo no ver
la longitud del miedo
con su escala opresiva, su amarilla
mirilla telescópica,
su temblor en los márgenes.
No puedo no ver
el tiempo que nos queda
sin sueños ni preguntas:
o indiferencia o
sorna.
No puedo no verlo
detrás
de mi pantalla.
No puedo no verlo
y no lo veo.
Y no lo veo.
Conrado Santamaría. Totalitaria. Ediciones del 4 de agosto, 2021.
Imagen: Misha Gordin
Hasta la verdad todo es muro.
ResponderEliminarSalud!
En efecto, Loam, hasta la verdad todo es piqueta.
EliminarSalud!