Habíase una vez un hombre
defensor de fronteras.
Creció tanto en su oficio
que le salieron muros en las
venas
y se creyó sin alas y ató
los nombres.
Al amor le llamó “mío”. Le
puso nombre de mujer.
Cristina Boyacá. Óxido. La Vorágine, 2018.
Imagen: VALIE EXPORT. De la
serie Körperkonfigurationen, 1972-76.
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