jueves, 4 de junio de 2020

VERWISCH DIE SPUREN


Me han hablado del poeta

que se arroja ácido a la cara durante los recitales

y escribe en el cielo preprogramado de California

con humo de aeroplanos


y me impresiona la calidad de esta ética laboral

tan a la altura

de nuestros tiempos de paleocapitalismo posmoderno:


todo por la patria

por el patrón

por el poder

por la poesía…


pero me temo

que ni siquiera con tanto sacrificio

consigue durar más de diez segundos en los telediarios.


Prefiero

otra estrategia lateral, contraria:

escribir en la arena

y hablar en voz muy baja

para que tú me oigas.


Borrar las huellas.




Jorge Riechmann. El corte bajo la piel. Bitácora, 1994.

Imagen: Ansel Adams. Grass and Pool, ca. 1935.

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