Una oveja o una moneda perdida,
un hijo que se fue.
Cuando algo se pierde ya no hay un todo.
Cuando algo se separa hay que ir a buscarlo,
reintegrarlo, reincorporarlo,
porque es insoportable que una parte
esté a la intemperie, en la nostalgia de lo pleno,
sin el apoyo mutuo,
sin el calor y la fuerza de lo unido.
El rebaño está inquieto,
el pastor no puede dormir
hasta que la oveja sea encontrada y restituida.
Por eso sale corriendo a buscarla
no porque fuera la mejor, la más valiosa
sino porque está perdida
y nadie sobra, nadie es prescindible
sin que el conjunto se resienta
de la amputación.
Una familia que desahucian,
una persona que entra en la cárcel,
un barrio marginal
donde dejan de ir los servicios municipales,
quien emigra, los desaparecidos,
un joven que abandona los estudios
un obrero que pierde su trabajo.
En la comunidad, nadie a su suerte,
a merced de la tempestad del mercado,
inerme ante las violencias que llueven y encharcan,
que las cárceles han de abrirse,
que los centros de internamiento de inmigrantes
clausurarse.
Bernardo Santos. Profunda intención. La imprenta, 2024.
Imagen: Fabio Bucciarelli. A Palestinian man is seen during the "Great March of Return" protests at Gaza's Eastern Jabalia border with Israel on April 20, 2018.
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