sábado, 2 de marzo de 2024

HIJOS DE LA BONANZA


 

Mi infancia son recuerdos de un piso en las afueras

y un huerto descuidado en la ventana;

mi juventud, veinte años de cuadernos de inglés.

 

Conseguirás –dijeron–

mucho más que tus padres y sus padres:

estudia cuatro años y tendrás un trabajo,

trabaja y vivirás siempre tranquila;

trabaja y serás digna de un futuro.

Asentí, como todos –hijos de la bonanza–.

 

No atendimos a aquel presentimiento

aquel olor a pólvora

que asomaba en voz baja

como un eco de angustia a puertas de palacio.

 

De aquel país ajeno a las fronteras

solo guardo el recuerdo de la luz

y una aversión a la palabra patria.

 

 

Rocío Acebal Doval. Hijos de la bonanza, 2020. En Última poesía crítica. Jóvenes poetas en tiempos de colapso. VV. AA. Selección y edición: Alberto García-Teresa y David Trashumante. Lastura, 2023.

Imagen: Milomir Kovacevic

2 comentarios:

  1. Nadie se merece una patria, por mucho que la oscura triangulación paterno/materno/filial nos ate a ella.

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    1. O quizás debido precisamente a esa misma atadura, Joan. Salud!

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