Una vez más este viento rabioso
azota el viejo cruce
y remueve la tierra
de los siete caminos y la mezcla
en una misma polvareda.
Del poste indicador
apenas quedan restos de pintura,
un mensaje indescifrable
sobre el madero roto.
Una luz de distancias
se acerca en ocasiones
y anima las sombras cansadas.
Otras veces la lluvia se derrama
y va limpiando el aire;
luego otra vez el polvo.
Desde el centro del cruce
los paisajes parecen diferentes,
mas a lo lejos se extiende
un horizonte solo.
Si tomas un camino, para siempre
atrás quedan los otros.
Amalia García Fuertes. Inédito.
Imagen: Josef Koudelka. The Black Triangle, Czechoslovakia, 1991-1993.
Los cruces quedan atrás y olvidamos los caminos que pudimos tomar. ¿A dónde nos hubieran llevado? Gracias por el poema, Amalia. María Ángeles.
ResponderEliminarGracias a ti, María Ángeles. Otro abrazo. Salud!
Eliminarmuy bueno
ResponderEliminarGracias, Anónimo. Salud!
Eliminar(Allí donde el hombre pone su planta se abren infinitos caminos. Proverbio indio)
ResponderEliminarLos poemas de Amalia García Fuertes, desde mi propia subjetividad, por supuesto, tienen una calidad que sobresale, no solo entre las mujeres que escriben, sino también al lado de los hombres que escriben.
Chiloé
Pues ya son dos subjetividades, la tuya y la mía, que coinciden completamente, Chiloé. Salud y proverbios!
EliminarQue maravilla Amalia. Me encanta
ResponderEliminarGracias. Salud!
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