Aumentas los impuestos,
pagas la lentitud de los escribas,
pules las armas de los fanfarrones
y celebras banquetes
en honor de los dioses
que encarecen el precio
de la carne en la plaza.
Nuestro ejército vuelve
derrotado y tú aumentas los impuestos.
Obras como el pastor avaricioso
y necio que confía
en obtener el doble de la lana
esquilando dos veces a la oveja.
Juan Carlos Suñén. Un
hombre no debe ser recordado. Visor, 1992.
Imagen: José María López Mezquita. Cuerda de presos, 1905.
Tan genial como actual.
ResponderEliminarUn saludo