A Román Sanz, in memoriam
Como sin darnos cuenta, compañero,
-como sucede siempre si prestamos
interés o valor a tonterías-,
se nos ha venido noviembre
a echar encima, y ¿qué decirte?,
¿qué decirte, Román?, que hace ya un año.
Las orillas del río
se han puesto coloradas de repente
con las hojas caídas,
y el cuchillo del frío por ahora
anda un tanto embotado y no nos corta,
las nubes van y vienen, llueve poco.
Se ve en el Espolón mucho turista,
también mucho adefesio
con su rancio postín y su incorrupta
hipocresía. La alcaldesa está,
bien lo sabes, a lo que ordene el Jefe,
los sufridos patronos a hacer caja
y el otoño caliente
que los mayoritarios siempre anuncian
se está quedando tibio, congelado.
En Gamonal, en cambio, se anuncia otra revuelta,
y esto, ¿qué quieres que te diga?,
anima un poco.
Román, son tantas las batallas
que nos dejaste y que hay que pelear.
Nosotras y nosotros, ya lo sabes,
haciendo lo posible y lo imposible,
dando siempre la cara, a voz en grito,
interponiendo el cuerpo entre el abuso
y esa fea costumbre: claudicar.
Y así vamos tirando, con la cabeza alta,
unas veces unidos y otras veces
con esas tristes broncas que nos son inherentes
y que a ti tanto, tanto te dolían
y te hacían soltar un juramento.
No tenemos remedio, compañero.
Pero nunca, Román, nunca olvidamos
esas palabras tuyas sobre apoyo y cuidados
que tanto nos llegaban,
la pasión desbordada de tus hechos,
tu defensa incansable de una vida
digna y feliz, común a todo el mundo,
otra forma de vida menos muerta.
¿Qué quieres que te diga?,
que ya ha pasado un año y que te echamos,
ay, cada vez un poco más de menos.
“Oye, ¿has visto a Román?”,
me pregunta Castrillo, en la última manifa.
“Está siempre ahí delante”, le contesto,
“siempre de avanzadilla y sonriendo,
con su bandera rojinegra y el gorro miliciano”.
Conrado Santamaría. Inédito.
Imagen: Román Sanz
Hermosísimo poema, Conrado. Muy emotivo. No conocí a tu compañero, pero debió ser una gran persona.
ResponderEliminarPrecioso poema.
ResponderEliminarAy! Conrado, esa gente a la que, como tú felizmente dices, se la echa "cada vez un poco más de menos" es la que nos hace la vida un poco más digna de ser vivida. A buen seguro que tu amigo Román oirá alegre tus palabras. Al resto nos hacen crecer el deseo de haberlo conocido.
ResponderEliminarSalud!