Hay fiestas panegíricas
las tumbas se abren demasiado pronto
la gente abandona la fábrica
el olor a cadáver se pega
un hombre sube corriendo a una columna
alabanza y júbilo
policías y soldados abren fuego
qué vamos a hacer
la vida es sagrada
Inger Christensen. Eso. Editorial Sexto Piso, 2015. Traducción: Francisco J. Uriz.
Imagen: Gee Vaucher. Children Who Have Seen Too Much Too Soon, 2006-16.
La Tierra es el lugar de lo Sagrado. Lo que no tiene nombre, ni forma. Lo voraz que sobrecoje. Lugar del aullido.
ResponderEliminarLo Divino es el espacio de la luz. Sin nombre, ni forma tampoco. Lugar, no obstante, donde es posible la palabra como aire y el cuerpo como respiro.
Uno la máscara, otro la mística.
Los hombre-dioses transitan en ese acontecer, en su voluntad de devenir hombre capaz de mirar y ser mirado.
Así debería ser, Joan, bailar a los compases de esa dialéctica universal, pero, como dijo Lorca, “la vida no es noble, ni buena, ni sagrada”, pues quienes manejan aquí y de momento la batuta de esta orquesta demencial se esfuerzan en hacer de la Tierra el lugar de lo maldito y la explotación y de lo Divino el no lugar del silencio, la resignación y la asfixia. Otra partitura es posible. Salud!
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