miércoles, 22 de noviembre de 2023

ESTE ES EL TIEMPO Y EL LUGAR


 

Contemplo asombrado el flujo y reflujo

de las multitudes absorbidas y pisoteadas

por el movimiento incesante de los coches.

Me doy cuenta

                                   lleno de pánico

que invadiendo las calles, las oficinas, las fábricas,

no hay más que repliegues temerosos, ataques brutales,

arañazos concretos sin razón aparente.

 

Éste es el tiempo y el lugar.

A falta de cuchillos,

aprenden a hablar con los codos y con la mirada

cada vez más agresiva.

No hay tiempo muerto,

                                               ni tregua

entre agresores y agredidos.

 

Sistema de errores, empresa de bagatelas,

arquitectura de naderías,

tiempo inamovible en su esencia.

Solo palabras, gestos, miradas

que se mezclan y deshacen en un segundo,

tropiezan entre sí, desvían su curso,

se extravían como balas perdidas

que matan con más certeza por la tensión

que excitan sin cesar.

Pero que lo sepan bien alto todos los impostores,

todos, cualquier maestro del pretexto.

No,

no hay equilibrio posible en el malestar.

 

 

Miguel López Crespi. El seco pulso del tambor. Provincia, 1984.

Imagen: Bruce Gilden. Nueva York, 1984.

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