sábado, 10 de febrero de 2024

EN UN LUGAR QUE FRECUENTO


 

En un lugar que frecuento

descarrila una rodilla. Cae

una nuca, obligando a la mirada

a una cruel penitencia. Las lenguas

vomitan sus bocas, puñetazos

de otro mundo

que enloquecen en este. Aquí

los cuerpos se fueron de sus dueños.

De sus voces huyen, afuera

siempre a lo lejos.

 

¿Tiene un caramelito?

Hay en este lugar rostros como mortajas

de reclamos perdidos,

tan hechos al muro inconmovible

en el que impactaron un día,

que toman sus ecos por columpio.

¿Tiene un caramelito? Sí, toma tu caramelito.

Y se lo lleva a la boca y lo escupe

al momento: ¿Tiene un caramelito?

Aquí

lo roto es costumbre

y las costuras mil veces remendadas,

protuberancias de niñez fosilizada.

 

Aquí se pasea mucho, se habla

radialmente

y se escucha en escorzo.

Se sabe que el oro es de un planeta

imaginario. Ya nadie contempla

lo insufrible –esos lodos

se dejaron extramuros–

y las decepciones, o alcanzan

altura de fundamento, o no hay causa

que valga medio llanto.

 

En el lugar que frecuento el desguace de modales es rutina

y todo intercambio de palabras, musgo trepador de quimeras.

 

Al reverso de la congruencia

se llega caído de un abismo, pero ¿se regresa?

Las esperas de lo que nunca llega

lo son todo, también fuera.

 

 

Joana Casanovas. Poética de las estructuras. Prólogo: Juan Pablo Roa. Animal sospechoso, 2024.

Imagen: Kay Sage. The World of Why, 1958.

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