Tomad mi sangre.
Tomad mi mortaja y
los restos de mi cuerpo.
Fotografiad mi cadáver en la tumba, solo.
Y mandad las fotos al mundo,
a los jueces y a las personas
con la conciencia limpia.
Mandadlas a quienes tienen principios, a los justos.
Que ellos carguen con la culpa, ante el mundo,
por esta alma inocente.
Que ellos carguen con la culpa, ante sus hijos y ante la historia,
por esta alma malgastada y limpia,
por esta alma torturada a manos de los «protectores de la paz».
Jumah Al-Dossari. En Poemas desde Guantánamo. Ediciones Península, 2008. Traducción: Ana Mata Buil
Imagen: Fernando Botero. Abu Ghraib 40, 2005.
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