domingo, 18 de febrero de 2024

A Marta Ugarte


 

Ya no quedan palabras

balbuceos erizan la piel

roen ratas esta voz

el nido del pájaro arde

y le mentimos a la memoria

mientras pasa por la resonancia azulina de una tarde que muere.

 

Su cuerpo fracturado emergió del mar

de su cuello colgaban alambres,

brazo izquierdo, desgarrado por un corvo,

la columna quebrada

estallido del hígado y del bazo

luxación de ambos hombros y cadera

fractura doble en el antebrazo derecho

faltaba una parte de la lengua

una parte faltaba

                                   y aún la buscamos.

 

El murmullo enmudece la posibilidad

¿Y si te damos una canción

un himno para resucitarte de las aguas, Marta?

Y si te restituimos ese atardecer negado a tus ojos y a los ojos de tantos

Y si lloramos 70 veces 7 océanos

para embarcarte a casa.

 

Ya no quedan palabras,

rocas roen esta boca y enmudecen su lengua

nuestros cuerpos hinchados de ir

a la muerte, al odio, al borde del mar.

Al fondo un bramido

amarga lengua balbucea la otra mitad

que no alumbró jamás.

Garganta en porfía     regurgitó la última sílaba

que repta en el laberinto al fondo de sí

                                   se embriaga con la ausencia

 

Marta lanzada al mar.

 

 

Margarita Bustos Castillo. Desde la herida. Signo, 2022.

Imagen: Memorial en balneario La Ballena en homenaje a Marta Ugarte, detenida, desaparecida y lanzada al mar, cuyo cuerpo llegó a las orillas de esta playa, dejando al descubierto el destino de muchas personas asesinadas por la dictadura cívico militar.

2 comentarios:

  1. Duele leer.
    Cómo se puede llegar a tal grado de inhumanidad?

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    Respuestas
    1. Poesía del dolor, dolor material y dolor metafísico. Pero poesía también de la alegría, porque con nuestra solidaridad esta marranalla no queda impune. Y lo saben. Salud!

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