A la manera de Ítaca, de C. p. Kavafis
Cuando partas a tu abismo
pide que el asfalto arda
con soles candentes sobre la herida
que llevas en carne viva
en tu ultrajado corazón.
Pide hallar el engaño en cada sonrisa
de aquellos que te invitan
a libar la noche y las estrellas.
Persigue tu abismo en todo príncipe
que, llegado el amanecer,
termina convertido en sapo.
Pide que el mapa que extiendes
en la cama del hotelito de paso
esté lleno de incertidumbres.
Y que la duda sea tu brújula.
No des crédito al amor:
él es solo un pretexto
para que tu cabellera ondee libre
perseguida por el purísimo dolor.
Y cuando tengas ante ti el abismo,
amada Thelma,
sabrás entonces
que desde el oscuro país de los hombres
han venido a mirar consternados,
tu alto, desnudo y encumbrado corazón.
Beatriz Vanegas Athlas. Llorar en el cine. Corazón de Mango, 2020.
Imagen: Ridley Scott. Thelma y Louise, 1991.
Oí una vez que el anatema más grave que se puede pronunciar en tu gremio es el siguiente: "No es poesía". Pues -al margen de mis serias dudas sobre la legitimidad de quien lo diga- hoy no es el caso...
ResponderEliminarChiloé
En este gremio, como por lo demás en casi todos, cada oficial obedece estatus diferentes. Quien pretenda que sus preceptos particulares sean universales, es que está a otra cosa, Chiloé. Salud y gracias!
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