Cuando trabajaba como
picador
en una mina de Villanueva
resultó sepultado
y muerto
por un desprendimiento del
terreno
el minero
José González García
de cuarenta y un años de
edad
deja
viuda y siete hijos
José-Miguel Ullán. Mortaja, 1970. En Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007). Galaxia Gutenberg, 2008.
Imagen: S.V. Pipoyan. Los constructores de Arpa-Sevan, 1971.
La historia la hace el minero,
ResponderEliminarpero la escribe (por encargo,
con el luctuoso lápiz que sale de ella)
el amo de la mina.
Salud!
La literatura, la buena, es escribir la historia del subsuelo. Salud!
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