Derechos,
todos
los derechos,
al
trabajo y al descanso,
al
agua y la alimentación,
a la
educación y a la sanidad,
al
arte, al medioambiente,
a la
vivienda, al vestido,
y
derecho incluso
a la
propiedad
privada.
Derechos,
nos
dieron
todos,
todos
los
derechos
como
quien da
ojos
de cerradura
y
guarda las llaves.
Iván Rafael. Monótonos golpes de Estado.
Amargord, 2015.
Imagen: Gregory Crewdson
Ahí radica la cuestión, en ese "nos dieron". ¿Quienes y por qué?
ResponderEliminarTodo cuanto no "nos demos" es, cuanto menos, sospechoso.
"Hijo, haz caso a tu madre, no aceptes caramelos de extraños".
Salud y llaves para todas.
“Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá.” Todavía están bien interiorizados los viejos preceptos religiosos que justifican y legitiman ontológica y epistemológicamente el arriba y abajo, el dentro fuera, el yo mando y tú obedeces, el tú trabajas y yo vivo. Mientras no busquemos por nosotros y nosotras mismas, no hallaremos nada digno e imposible de que nos lo arrebaten. Como dijo Ferlosio, “Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado”. Salud!
ResponderEliminarMirar por la cerradura es religión en todas las prisiones
ResponderEliminarNo hacen tanto daño los barrotes como el carcelero.
Sobre todo, cuando uno es el carcelero de sí propio. Salud!
ResponderEliminar