Abstemios y locuaces viven
juntos
en la casa de la
infelicidad.
Allí reciben con asiduo
encono
a gentes ambidextras,
adiestradas
en los arduos oficios
de la majadería, ya en los
siempre viscosos
reductos de los
bienpensantes.
A chorros
vociferan, declaman,
abominan del rango de
infractores, gustan
del sonsonete atroz de las
tertulias,
consisten en ser sólo lo que
son:
el eco triste de otros
tristes ecos.
Escrito está en los márgenes
de libros y botellas:
los necios se asesoran de
otros necios contiguos.
José Manuel Caballero
Bonald. Manual de infractores, 2005.
En Somos el tiempo que nos queda. Obra
poética completa 1952-2009. Austral, 2011.
Imagen: Mapa del Bufón o Fool’s Cap
Map.
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