(Cum ira…)
Sociedad de consumo (consumpta sit).
Sociedad donde unos pocos
consumen y los más se consumen.
Diáspora de consumidores y
consumidos
(business are business).
Insolidaria sociedad de
hombres de negocios,
de hombres anónimos,
limitados o en comandita.
Adoradores de Mammón,
que encienden millones de
bujías al diablo
y millones de bujías al
diablo.
Grey y caos de hermanos
cainitas,
progresivamente separados,
hostiles,
a causa del falso progreso,
del real regreso
a la remota prehistoria,
al edén del fruto prohibido,
del LSD, del strip-teasse, del streaking, del swinging,
del total desenfreno;
a la arrogancia de Goliat,
a la dispersión y la ruina
en medio de la abundancia, del despilfarro,
del justo castigo por el
abuso de las riquezas,
por la avidez de aumentarlas
a costa ajena, por cualquier medio,
gratuitamente y sin
finalidad alguna.
Ya que Dios castiga sin palo
ni piedra.
Y a los corrompidos y
corruptores,
a los olvidados del único
gran negocio
(el de la salvación),
los aplasta y humilla
sumiéndolos en su propia corrupción, deslumbrándolos
con reservas de oro, de
avariento oropel,
con divisas, con divisiones;
no con napalm incendiario ni
armas atómicas,
no con ese soberbio y
pródigo bautismo infernal,
con esa falta de amor por
los desheredados y los hambrientos.
Dichosos vosotros,
vietnamitas, palestinos,
africanos, hindúes,
indios hijastros de España,
negros, amarillos, zambos,
cobrizos, colonizados,
hermanos cercanísimos del
tercer mundo,
del primer mundo.
Hijos de Dios, que os ha
llamado y os ha escogido
para la persecución y la
inanición,
no para dejaros saciados en
esta tierra
de la que ni siquiera
poseéis dos palmos,
no tenéis ni dónde caeros
muertos.
Y por eso estáis vivos.
Resucitados.
Vicente Gaos. Última Thule. Provincia, 1980.
Imagen: Pawel Kuczynski
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