Y será poco
lo que pueda dejaros
en heredad
apenas un futuro balbuceante,
las primeras piedras
de un camino retorcido
que habréis de recorrer solos,
bajo la tormenta,
sin más compañía que la piel ajena
y el dolor del mundo.
Después de tanto
perdonadme
he conseguido vaciarme entero.
Mis bolsillos
ya no holgados
solo guardan las cenizas
de la hoguera
que anunció la guerra.
Os cedo también la antorcha.
Alguien dirá alguna vez
que no os darán miedo las ruinas,
la derrota, incluso la muerte,
porque seréis tantos…
Soñad
con los ojos abiertos
soñad
hijos del pueblo
con otro mundo hecho
a la medida del hombre
que se digne llamarse así.
Soñad y caminad sin mí.
Me he dejado la piel
en la batalla
y puedo morir contento.
Recordadme
si acaso
como otro de los más.
Juan Cruz López. En 65 Salvocheas. Quorum, 2011.
Imagen: Fermín Salvochea
Fermín Salvochea! Qué personas tan necesaria entonces y ahora!
ResponderEliminarY qué curiosas estas personas que fueron capaces de ver las injusticias y luchar contra ellas, aunque no les afectasen personalmente: Salvochea, Kropotkin, Bakunin y tantas otras.
Qué bien lo ha hecho el capitalismo! Ahora cada vez más individualistas y a pensar en "lomío, lomío"
Pero no hay que desesperar, Magda. El capitalismo lo está haciendo muy bien, es cierto, pero todavía queda mucha tela que cortar, y sus tijeras nunca podrán podarlo todo. Salud y resistencia!
EliminarQue es invencible, es lo que la opresión querría que asumiéramos junto a la resignación que ello conlleva. Pero de eso nada. Como cantó Yupanqui:
EliminarYo tengo tantos hermanos
Que no los puedo contar
Y una novia muy hermosa
Que se llama ¡Libertad!
Salud, Magda y Conrado... y resistencia!
Ni renuncia ni resignación. Salud y seguimos!
Eliminar